martes, 17 de mayo de 2011

Un buen Camino de Santiago

Llegando a Sarria
Hacía mucho que alguna situación no me dejaba sin la capacidad de respirar, que el corazón se sintiera henchido de emoción, que la alegría circulara por mi cuerpo y que la felicidad adoptara personalidad. Hacía mucho tiempo que no sonreía como esta mañana, que no me sentía tan bien... Hoy 15 de mayo de 2011.

Los últimos once días de este mes he estado en medio de la geografía española, recorriéndola, haciendo a pie el Camino de Santiago. Ya os había comentado en Mi propio Camino de Santiago las motivaciones que se despertaron en mí y que me llevaron a tomar la decisión de hacer una maleta de 7 kilos, tomar dos fotografías y comprar un pasaje dirección Astorga, León.

Os había comentado la motivación denominada: Prueba de resistencia. Y si, a lo largo de estos 280 kms, un par por debajo, un par por encima, me he demostrado a mi misma que el poder de la mente esta muy por encima del dolor físico que podamos sentir. Me explico: que por mas difícil que alguna vez me haya parecido alguna de las etapas, ya sea porque físicamente estaba destrozada, el hecho de pensar y recordar bajo esos intensos 6 o 34 grados de frió o de calor, lluvia, sed, que mi compromiso conmigo misma era mas importante hacia que el cuerpo recobrara empuje como caso extraño, como si alguna fuerza que aun no se de donde provenía hiciera que mis piernas continuaran cuando pensaba que no podía mas.

He entendido pues que el limite del cuerpo a veces esta mucho mas allá de lo que nos creemos podemos hacer con El.

Otra de las motivaciones, importante también, era la de hacer un viaje introspectivo y analizar a solas ese mundo interior al que no suelo escuchar nunca porque no me gusta lo que a veces tiene que decirme. El resultado me ha sorprendido de sobre manera ya que creo que no necesitaba andar tan lejos ni hacer muchos kilómetros para encontrar la soledad y pensar en mi, al final resulta que la verdadera soledad esta en tu casa, en tu habitación, en tu cama y punto.

Camino a O Cebreiro

Mi madre fue la mayor de mis motivaciones. Guardo esta parte vivida como un tesoro muy personal, creo que he entendido muchas cosas y he arrojado otras tantas durante esos días. He pensado en ella tanto, tanto que me es imposible no escribir estas lineas sin dejar de sentir un fuerte golpe en el pecho.

Mi Camino ha sido sensacional, único, excepcional, una gran experiencia, un sin palabras. Ha estado fantástico para mi, para mi animo. He reído como hacia mucho tiempo no lo hacia a solas y con desconocidos a los que ahora, y como bien dijo mi amigo Angelo de Terracina, son mis hermanos del Camino, porque es eso, la creación de un vínculo fuerte con esa gente que está allí para ayudarte, regalarte una sonrisa o una ilusión. Todos con nuestras propios motivos que no comunicamos pero que con la mirada muchas veces los compartimos porque yo llevo la foto de mi madre, pero alguien la de su padre, unos piden por amores y esa también es tu causa. Pensamos en los amigos, en aquellos que queremos, andamos sin hablar y a veces nos lo contamos todo sin decirnos el porqué estamos donde estamos y qué es lo que buscamos; aún así, con esta forma de no decir nada aun cuando lo dices todo, seguimos juntos y nos agarramos de la mano en señal de ayuda.

Yo he hecho 280 km, algunos mas, algunos menos. He dado 353 mil pasos, algunos mas, algunos menos. He tomado muchos ibuprofeno y he dejado me inyecten para el dolor (con lo cobarde que soy para con las agujas). Me han dolido las piernas, los pies, talones, cuello, hombros pero todo era poco solo por el hecho de cumplir mi promesa y llegar a Santiago.

Mis etapas han sido todas fantásticas (anotaciones del Camino noche a noche: Diario de Bitácora):

Primera: Astorga-Foncebadón, 6 kms más de lo previsto: 26  kms por lo tanto. Aquella madrugada eran las 6 y 15 y ya estaba andando con Sonia e Isabel, ambas de Huesca, quienes permitieron las acompañara durante los primeros días.

Isabel y Sonia, nuestro arribo a Foncebadon.

Segunda Foncebadon-Ponferrada: 28 kms y ya hemos conocido a los italianos, hemos perdido a Ruseta y Andre, conocieron el amor en pocos minutos y ya no los volvimos a ver.

Tercera: Ponferrada- Vilafranca del Bierzo, 27 kms. Todo plano, con viñedos, aquí conocimos a Nicolás, Luis, Ángel, Javier de Valladolid. Caminamos juntos y nos reímos mucho. Este día también hablé mucho con mi mama, le conté algunas cosas que nunca le había dicho. Este día Sonia y yo estábamos un poco preocupadas por la ruta del día siguiente, resultaría complicado el ascenso pero a lo largo de la tarde nos lo pensamos muy bien y nos repetimos una y otra vez que lo haríamos de todas maneras.

Cuarta: Vilafranca del Bierzo-O Cebreiro, 30.7 kms. No imagináis el dolor de cuerpo, la sed, la pendiente, lo difícil del asunto. Este día nos ha acompañado Cesare, el Imperatore italiano. Ha sido muy gentil con nosotras y nos hemos dado mucho ánimo entre todos. La lluvia nos ha intentado "joder" un poco pero hemos avanzado como unos campeones y lo hemos logrado.

Quinta: O Cebreiro-Tricastela: 22,2 kms y no estábamos para mas, ya que el día anterior había sido realmente duro. Aquí me despido de las chicas: Sonia e Isabel parten a casa, sin ampollas, con poco dolor de nada, el próximo 2012 terminarán el Camino. Me quedo sóla.

Javi, Luis, Angel, Nicolas, Sonia e Isabel en la despedida de Triacastela
Sexta: Tricastela- Sarria 26 kms. Suave, Cesare me ha acompañado en el Camino, también algunos de Sicilia. Hemos llegado a un pueblo muy bonito pero yo empiezo ya a tener muchos problemas con la pierna derecha, los talones no los siento. Esta noche hemos hecho fiesta en la pensión, tocado la guitarra frente a la chimenea y he cantado. 

Séptima: Sarria-Gonzar, 29 kms. Yo no puedo andar más. Cada cinco horas estoy tomando el Ibuprofeno, la rodilla ha hecho un crack a pocos kilómetros de empezar el día. Llevo una rodillera comprada en el Camino pero no sirve de nada. He bajado de 4, 7 kms la hora a 3, 2 lo cual quiere decir que en vez de 7 horas para andar lo haré en 9 y eso si que será doloroso. Llego a Gonzar, allí me esperan los italianos: Angelo, Roberto, Chiara, Nino, Pepe y Cesar. Me planteo cambiar mi ritmo y agenda, la rodilla esta muy hinchada.

Octava: Gonzar- Melide, 34 kms. Vaya estupidez de mi parte! Ya he parado en Palas de Rei y llevo una inyecccion, la doctora me ha dicho que no camine mas, yo ya he andado 17 kms para encontrar un hospital creo que solo me quedan 11 kms mas, mentira! me faltaban 17 más, yo no lo sabia. Todos se adelantan, yo me quedo sola en el Camino, un camino que se me hizo eterno, creo que vi las zarzas ardiendo y he llorado como una cría del dolor y la impotencia. Quiero volver a casa, no le encuentro sentido.

Novena: Melide-Salceda: 27 kms. Me he levantado pensando que puedo hacerlo, que sino es posible me retiro en el trayecto. La pierna duele pero puedo con este dolor, al menos eso me creo. Hago una parada técnica y me tomo un par de gin tonic por la carretera. Me da igual, esto no es una competencia así que yo lo haré a mi ritmo.

Décima: Salceda-Monte de Gozo 22 kms ya estoy cerca, puedo caminar un poco mejor. Estoy impaciente. Los chicos italianos han preparado una cena y se han juntado un francés, unos portugueses y todos estamos tocando la guitarra, he cantado las canciones que le gustaban a la Coco. Estoy muy emocionada,

Décimo primera: Monte de Gozo- Santiago de Compostela, 4.7 kms. Simplemente feliz. Soy peregrina.

Pepe, Chiara, Angelo, Nino, Roberto y Cesare

Que qué he aprendido durante este tiempo?
Existen un sinfín de reflexiones cuando tienes tanto tiempo para pensar, en soledad, cuando vives determinados tipos de experiencias. La soledad de la noche cuando empieza esta a las 22 horas o quizás antes te regala demasiados, a mi gusto, horas para darle vueltas a la cabeza. Conclusiones muchas aunque ya les digo que estas mismas las hubiera sacado sin irme muy lejos.

Pocas veces me he sentido orgullosa de mi y creo que ese fue el primer paso para que lo demás viniera rodado. Si no estas feliz contigo misma es imposible proyectar algún tipo de bienestar en tu entorno. Me siento bien, satisfecha. ¡Que manera de reir, que manera de sentirme bien!

Llegué a la triste reflexión que por más que yo hiciera o caminara lo mas lejos que mi cuerpo me lo permitiese mi madre no va a volver y que me tengo que resignar y que por mucho que yo ande y haga kilómetros la gente no me va a querer mas ni me va a amar mas ni voy a salvar a nadie.

Que me encanta perder la cabeza a veces y reírme mucho, mucho con lo que hago. Que me conozco poco y que eso es bueno porque cada día me sorprendo conmigo misma.

Bueno amigos, si se animan que tengáis Un Buen Camino, anímense y sed felices. Yo ahora me retiro un poco a la tranquilidad de mi espacio a preparar deseosa mi próximo destino que no sé, por el momento, dónde me llevará. Gracias por sus buenos deseos siempre!

Leslie "peregrina"