lunes, 30 de noviembre de 2015

Crónicas de viaje: No hay primera sin segunda. De muerte y el Ganges.

Y como somos así de testarudos, volvemos a India.

Luego de unos días de relax en Pokhara decidi, si, siempre por unanimidad, volver a India para cruzarla entera hasta Pakistán. La intención es dormir en el Desierto del Thar, área militarizada, vecino a Jaisalmer, pero para ello primero, hay que cruzar la frontera. 

A mí esto de cruzar fronteras me parece de lo más penoso. Primero porque es todo un despropósito. Nadie realmente se asegura de nada; pero debes de hacerlo. No hay ningún control que se precie de ser un control migratorio, y segundo, es de lo más caótico del mundo. Imagínate en una misma carretera, que no avenida, trailers, coches, motos, perros, gente, negociantes y vacas con privilegios. Todos pululando calle arriba y calle abajo en apenas centímetros de pista. Es antihigiénico, desesperante y de lo más ilegítimo que puedas encontrar. Vamos, un descontrol en toda regla; pero bueno, esto es India y es lo que hay. 

Dicen que a India o la amas o la odias. Yo creo que no debemos ser tan radicales, siempre o blanco o negro y nos olvidamos de los matices. Yo no la odio ni tampoco la amo, simplemente es diferente y ya está.


Estamos en Varanasi, si, aquí donde todo es un mix de espiritualidad, karma, suciedad, otra vez vacas y, sobre todo, muerte. Nuestro hospedaje está a lado, qué digo a lado! A ladito de los crematorios. No veas la cantidad de muertos que ya he visto estos días ardiendo en estas pailas. Es un no parar de cremar cadáveres. Cada vez que paso a lado me dicen que no tome fotos, como si se me fuera la vida en tomar selfies mientras "torran" a un cuerpo de estos que llegan por minuto. 

La vida es rara aquí, papá. Todo está siempre muy sucio. Es como si la pobreza estuviera relacionada directamente con la mierda y, me disculparás la forma de expresarme, pero es así. Todo, absolutamente todo está sucio, asqueroso, mugriento: las calles, las casas, etc. Es inenarrable e inimaginable. Nuestro país es pobre también pero a lado de esto resulta el más impoluto de todos y me siento muy orgullosa de ello. Si, señor!

Cada vez que me preguntan de dónde soy respondo de Perú y me han llegado a preguntar si está a lado de Francia... ya no sé ni qué cara poner, yo me limito a decirles, nuevamente, que estamos a lado de Messi (Argentina) y Neymar (Brazil) y ya mismito, más o menos, nos tienen ubicados. Entonces te das cuenta que Machu Picchu solo lo conocen unos cuantos y que el ceviche aún no ha llegado por estos lares ni mucho menos "el bien ponderado" Gastón Acurio. He entendido que si no tenemos un buen jugador de fútbol o un Papa no somos nadie. 


Bueno, como te contaba, todo el día creman cadáveres aquí en donde estoy. Y cada día he de pasar por delante y no sabes que? Que cada día me traigo restos de muertos conmigo porque las cenizas pululan por los aires continuamente. Eso no me causa mucha gracia, pero qué le voy a hacer! El otro día que pasé de noche todas las zarzas ardían y las brasas saltaban por los aires y aterrizaron en mi camiseta. Qué desastre!


Detrás de estos edificios duermo así que te puedes hacer una idea. 

Hoy nos hemos levantado temprano para dar un paseo por el Ganges. Dicen que si no tienes demasiada suerte ves piernas  o restos de cadáveres navegando a la par, yo no vi nada de eso, lo único que si vi como veo cada día, es gente rezando y bañándose a tempranas horas de la madrugada. Lo de rezar no me extraña pero bañarse con sumo intereses (champú + jabón incluidos) me parece un despropósito si al final el enjuague es con esas aguas... En fin... para gustos...


Pues eso, papi, que esto es todo muy curioso. La gente tiene mucha fe y de la fe hacen un negocio alucinante. Aquí se mezcla todo, aunque el factor primordial es la muerte. Sabías que la gente de toda India, o mejor dicho la que puede, viene a morir aquí? A lado de donde dormimos hay tres edificios llenos de gente mayor, de escasos recursos, esperando morir para ser cremados a los pies del Ganges. Cómo lo ves? Yo no quiero ni pensarlo. Tienes que saber que los familiares han de comprar madera suficiente para cremar a su muerto, sándalo (que por lo que cuentan es carísimo y han de juntarse tres familias para comprar un kilo) sino tuvieran dinero lo dejan a medio cremar y lo arrojan al Ganges como haya quedado. A los pobres, esos que no tienen con qué cremarse, hay que ayudarlos con propinas para que alguien se ocupe de ellos en su final. Qué lástima, no te parece?



Bueno, ya te dejo con estas historias esperando medites al respecto. Yo lo llevo haciendo todo este tiempo. 

Un beso enorme que viaja hacia tu mejilla. Espero seguir contándote más en breve. 

Te quiere.

Tu hija.