sábado, 9 de enero de 2016

Crónicas de viaje: Los elefantes y el recuerdo de un tsunami

Aquí, en donde estoy, todo es muy bonito, papá. Hay demasiada belleza natural, tanta que es imposible no frotarse los ojos para saber si es verdad o no. Lo mejor de todo esto es que te pienso tambien frotándote los ojos imaginandote todo con estas, mis escasas líneas.

Hoy creo hubieras disfrutado como yo de los elefantes y animales, de la atmósfera y la ilusión. Después de pensarlo decidí que no me podía ir de Sri Lanka sin visitar uno de sus famosos parques naturales. La visita a un PN es de carácter casi obligatorio sino entras a uno es como.... si fueras a Cuzco y no vieras Machu Picchu... pues es algo así. 

Estoy a las puertas de este fabuloso parque y me acuerdo de todos ustedes. Me vuelve a asaltar el recuerdo de mi mamá, a ella sí que no le hubiera gustado venir. Mucho calor, diría. Si, se estuviera quejando del calor que hace y es que esto, en medio de la jungla, quema que da miedo. 


El Udawalawe National Park alberga a más de 500 paquidermos en 308,2 km2. Si, es enorme el lugar. Dentro hay Lagos y cantidad de aves y ñus que vas encontrando al caminar. Unos ñus que huelen muy mal, pero que muy mal. 



Aquí pareciera que los animales fueran felices pero yo lo dudo... Acaso no es un parque nacional un circo pero en gigante? Yo creo que si, que lo es, lo de un circo, digo. Es impresionante ver los animales en su habitat natural pero habemos muchos aquí adentro y eso debe de perturbarlos. Los safaris no paran de recibir turistas, así que cientos y cientos de personas pululamos con Jeep alrededor de estos pobres animales. 


La verdad que ha mi me ha gustado mucho la experiencia, aunque no estoy muy segura de repetirla. Los animales me han dado lástima. Hay unos que están ya muy viejos y parecen estatuas ni se mueven ni nada. 

Luego de este Safari he pasado una noche de Navidad de lo más tranquila. Quise tomarme una cerveza pero en el hotel no me dejaron, que dizque hoy no se bebe en todo el día, está prohibido. De todas maneras yo tengo una par de botellita a de Ginebra a buen recaudo así que me las tomaré para brindar por una Navidad a más de 13 mil kilómetros de casa. Qué lejos estamos uno del otro, papá!

Aún no me he cansado de haber recorrido el país y mira que ya llevamos días dando vueltas por su centro, sus montañas más altas, más bajas y caminado por sus campos de té. Ya llevo muchos días fueras de casa y es como si solo hubiera pasado una semana. Podría estar viajando todo una vida si, señor!

Ahora me voy a la playa. Si, se va acercando el momento de disfrutar del sol y de esas playas que también caracterizan a Sri Lanka. Ahora bien, para decidirse por una playa es complicado. Al estar rodeada de mar, cualquier lugar puede resultar genial para pasar unos días. Fue difícil tomar la decisión de dónde quedarse, finalmente nos decantamos por Tangalle. Por qué Tangalle? Pues por nada en especial o quizas por todo en especial. 

Recuerdas el tsunami de 2004. Pues un 26 de diciembre, fecha como hoy que escribo este post en mi diario personal, un terremoto sacudió la isla de Sumatra y ese terremoto generó olas de hasta 30 metros, llevándose las playas de Tailandia, Indonesia y Sri Lanka. Indonesia e Sri Lanka fueron las más castigadas, se declararon cientos de desaparecidos y las costas también desaparecieron debajo del mar. Justo hoy hace 11 años. Creo que por eso nos vinimos a Tangalle. 


En esta playa murieron miles y miles de personas y otras miles siguen desaparecidas. El mar se lo llevó todo, se llevó a los niños y familias enteras. No dio tiempo a nada ni a correr. Qué fuerte, no?  Yo estaba allí, mirando el mar, y tenía la piel de gallina solo de imaginarlo. 

Aún con todo lo sucedido, los pobladores han reconstruido el lugar. Once años son muchos años y todo lo que se ve ahora es nuevo. Me gustó muchísimo el lugar y por primera vez, en casi 60 días, volvía a comer comida d mar. Qué espectáculo! Allí frente al mar, escuchando el vaivén de las olas. 


Bueno apa, aquí me quedaré unos días. Mi intención: dormir en Hikkaduwa, esa playita de corte hippie que cuentan es muy bonita. Allí me quedaré descansando el cuerpo y preparando el siguiente salto a Maldivas. El recorrido que nos queda desde Tangalle será recorrer la costa sur de Sri Lanka hasta llegar otra vez a Colombo, una vez allí, ir a Negombo y coger el avión que me dejará en esas aguas turquesas de Las pelis. No veas como estoy contando los días. 

Un beso enorme con todo mi cariño. Tu hija que no se cansa nunca. 

Les.